Alejandra Díaz Larrain: diciembre 2008

Lo que se ha escrito y recopilado acerca de las culturas australes de nuestro país ha sido insuficiente para dar a conocer y valorar la riqueza humana y costumbres de estas etnias.

Mi contacto con estas culturas fue por un interés particular de conocer a quienes habitaron el extremo sur de Chile desde antes de la colonización y hasta el siglo pasado. Me refiero particularmente a los grupos: Kaweskar, Selk’nam y Yámana que se establecieron en las costas, canales e islas de la XII Región hasta el Cabo de Hornos.

Considerando históricamente como fueron casi exterminados por el hombre “civilizado” que llegó a colonizar una zona que era habitada desde hacía 6000 años aproximadamente por ancestros de estas etnias, fue en parte lo que me motivó a saber más de ellos que incluso en un principio se dijo que eran infrahumanos (Darwin).

Conociéndolos a través de una extensa recopilación bibliográfica percibí que lo que sabemos ha sido recopilado gracias a sus propios testimonios, el de sus descendientes y a investigadores del tema. Los relatos de religiosos que los evangelizaron también han contribuido con la información existente en la que podemos encontrar muchas contradicciones y diferentes puntos de vista.

Principalmente me interesó entender como se habían adaptado a vivir en un clima y lugar geográfico tan hostiles.

La primera necesidad de estas etnias era sobrevivir con medios tecnológicos y sociales muy básicos. La sencillez de su mundo natural se hace más compleja en su mundo espiritual con rituales y formas sociales que llevan a pensar en que estas culturas se preocupaban del ser humano en su totalidad, uniendo el plano espiritual y el natural en una estrecha relación. Y esto en definitiva puede explicar su adaptación tan dócil y lejos de cuestionamientos a su exigente diario vivir.

Estas reflexiones me indujeron a entregar una mirada particular del tema, basada en el interés por dar a conocer y valorar nuestras culturas ancestrales, rescatando su mundo cultural inserto en su geografía.

Mi intención ha sido hacer un aporte a la valorización de las culturas australes proponiendo una mirada de reconocimiento a estas etnias de las que poco o nada queda y son parte nuestra.